Pocos estilos cuentan con el encanto del rústico. Colores y materiales cálidos, alguna pieza antigua, inspiración y un toque natural son todo lo que necesitas para generar un dormitorio con personalidad, basado en la simplicidad y comodidad.
Lo bueno de este estilo es que, de acuerdo a tus preferencias y a como tengas decorada el resto de tu casa, podés conformar diferentes tipos de rústicos, e ir más allá de lo campestre o colonial:
*Rústico caribeño: podés lograrlo con una cama dosel o badaquino, desde donde colgar diferentes tipos de telas livianas. Para lograr este estilo es importante que cuentes con una habitaciones amplia y muy luminosa. Respecto a los muebles, es importante que prime la madera oscura, y los textiles livianos (como algodón o lino).
*Rústico africano: es importante que combines los objetos exóticos, los elementos tribales y provenientes de ritos paganos con otros objetos decorativos modernos. El estilo se destaca por una amplia gama de textiles (incluidas las pieles y estampados) y por colores tierra y ocre predominando los crema, marrones, beiges y naranjas. Elementos que suman: cestos y canastos, figuras de animales, maderas talladas, mascaras, y tapices.
*Rústico mexicano: este estilo mezcla colores vibrantes y neutros sin restricciones, generando ambientes de que transmiten alegría y vitalidad, en donde el típico rosa mexicano, el amarillo encendido, el azul rey y el terracota son los más característicos. Un must de este estilo son los textiles: colchas, cortinas, almohadones, alfombras, generalmente tejido a mano y con los colores clásicos del estilo. Los muebles son de gran carácter, y deben de demostrar el tiempo. Madera, mimbre, cuero y hierro son excelentes materiales para este estilo.